Una persona de alto desempeño es consciente del estado emocional que le provoca las situaciones que enfrenta y tiene la capacidad de regularlo para tomar las mejores decisiones en un momento determinado.
Más allá del coeficiente intelectual, una variable fundamental para lograr alto desempeño es la inteligencia emocional pues de ella depende en gran medida el éxito que tenemos para superar adversidades y tener relaciones positivas con las personas de nuestro entorno. En momentos de alto nivel de adversidad la carga emocional puede socavar no solo la productividad sino también las relaciones laborales, sociales o familiares de una persona.
Lo que aprenderás a continuación es una técnica que te ayudará a desarrollar desde una base neurocientífica un alto nivel de autorregulación emocional para utilizarla como una guía que te dirigirá hacia el cumplimiento de tus objetivos y potenciando tu productividad.
¿Te gustaría aprender esto? ¿Te gustaría conocer las bases cognitivas para desarrollar esta mentalidad de éxito?
Te invito a que me acompañes.
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